Thierry Neuville amplió su ventaja en el Safari Rallye de Kenia a casi un minuto el sábado tras un tenso final en la penúltima etapa.
En un día en el que la clásica africana parecía mostrar su lado más benigno tras el brutal tramo inicial del viernes, Neuville aumentó su ventaja sobre Takamoto Katsuta hasta los 57,4 segundos.
Ha liderado esta sexta prueba de la temporada durante la mayor parte del recorrido con su Hyundai i20. Después de ganar la primera de las seis especiales rápidas y fluidas en torno al lago Elmenteita hoy, se contentó con medir su ritmo y vigilar a los que venían detrás.
Pero un repentino chaparrón en los últimos 31,04 km del Sleeping Warrior provocó el caos. Las pistas secas y polvorientas se convirtieron rápidamente en barro y los neumáticos de compuesto duro que todos llevaban ofrecían un agarre mínimo en condiciones parecidas al hielo.
Takamoto Katsuta se mantiene segundo por delante de Sébastien Ogier
A Neuville le fue bien en comparación con Katsuta, que se salió de la pista y cedió más de 20 segundos a su rival.
“No estoy muy emocionado ni muy estresado, pero tengo que decir que lo estaba”, admitió Neuville. “Después de toda esa lucha durante los dos últimos días, me negué a perder esa posición y seguí luchando muy duro.
“Al final, me sentí aliviado de estar en cabeza. No importa cuánto, estar en cabeza era lo principal”.
Katsuta está luchando por su primer podio en el WRC con un Toyota Yaris y se vio sometido a una presión creciente por parte de Ott Tänak. El piloto japonés ha visto cómo su ventaja de 37.0 segundos al principio del día era reducida por el persistente estonio.
Pero todo salió mal para Tänak en Sleeping Warrior. Atrapado por la tormenta, el parabrisas de su Hyundai i20 se empañó y se detuvo para limpiarlo. Perdió más de un minuto con respecto a Katsuta y, en lugar de luchar por la segunda posición, Tänak se vio relegado a la cuarta plaza.
“Empezó a llover poco después de la salida y, por desgracia, el calentador de mi lado del parabrisas no funcionaba. Tuve que preguntar a Martijn [copiloto de Wydaeghe] por donde iba la carretera, y en algunos lugares tuvimos que parar a limpiar e intentar averiguarlo”, explicó.
El líder del campeonato, Sébastien Ogier, estaba en modo de recuperación tras los problemas de suspensión del viernes. El francés ganó tres tramos, pero su mayor escapada se produjo en la última especial. Se comportó con cautela bajo la lluvia y ascendió a la tercera posición, a sólo 18,1 segundos de Katsuta.
El dúo de Ford Fiesta Gus Greensmith y Adrien Fourmaux se consolidaron como quinto y sexto. Fourmaux sobrevivió a un espectacular momento de dos ruedas en la penúltima especial, mientras que Greensmith fue otro de los que derrapó bajo la lluvia. Quedaron separados por 12.0seg.
La lluvia a última hora del sábado hizo que Ott Tänak bajara una posición
Kalle Rovanperä fue un solitario séptimo en su Yaris. El finlandés estaba a más de ocho minutos de Fourmaux y a casi 15 minutos del líder del WRC3, Onkar Rai. Los pilotos de la categoría soporte Karan Patel y Carl Tundo completaron la tabla de posiciones.
Elfyn Evans, de Toyota, y Dani Sordo, de Hyundai, subieron en el orden después de retirarse el viernes. Son 12º y 13º, Sordo ganó la última especial tras una carrera en seco antes de que llegara la lluvia.
El final del domingo abarca el norte y el sur del lago Naivasha. Dos bucles de las boscosas especiales de Loldia y Hell’s Gate intercalan la rocosa Malewa. La segunda pasada por Hell’s Gate será el Wolf Power Stage, que da puntos extra. Los supervivientes regresan a Naivasha para el final de la tarde.
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Los espectadores observan el paso de Ogier
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